SINOPSIS:
Kia Valentines siempre había aceptado el hecho de que era una nerd, una don nadie. Era una insignia que llevaba con honor, hasta el día que salvó la vida de Claudia DeLorenzo y se perdió a sí misma.
Cuando se le ofreció la oportunidad de ocultar su identidad por una sola noche, Kia nunca creyó que eso cambiaría su vida. Era una sola noche. No significaba nada, o no debería. Pero esa sola noche resultó ser su perdición cuando encuentra la pasión en los brazos de la única persona que no puede tener.
Adam Chaves era más que un rostro bonito, él la hacía reír, pero más importante que eso, cuando la miraba, ella se sentía la chica más hermosa del planeta. Pero Adam no tiene idea que Kia era la chica detrás de la máscara y ella no tiene intención de decírselo. Pero un secreto puede guardarse si nadie más sabe sobre ello. Claudia lo sabe y quiere algo que Kia no está dispuesta a dar con tal de mantenerlo en secreto.
¿Kia sucumbirá? ¿Y qué tan lejos está dispuesta Claudia a ir con tal de conseguir lo que quiere?
Adam Chaves era más que un rostro bonito, él la hacía reír, pero más importante que eso, cuando la miraba, ella se sentía la chica más hermosa del planeta. Pero Adam no tiene idea que Kia era la chica detrás de la máscara y ella no tiene intención de decírselo. Pero un secreto puede guardarse si nadie más sabe sobre ello. Claudia lo sabe y quiere algo que Kia no está dispuesta a dar con tal de mantenerlo en secreto.
¿Kia sucumbirá? ¿Y qué tan lejos está dispuesta Claudia a ir con tal de conseguir lo que quiere?
SINOPSIS:
Los sucesos de la fiesta de Claudia no eran más que un recuerdo distante en lo que concernía a Kia. Estaba lista para retomar su vida como si esa noche nunca hubiera ocurrido. Pero es un tobogán constante el mantener un secreto, y Kia está a punto de qué tan difícil cuando se debe enfrentar a la verdad y las consecuencias de su decisión.
Adam Chaves no era un extraño a que las chica lo quisieran. Tampoco era un extraño a romper corazones, aunque nunca intencionalmente. Lo que no entendía era cómo Kia podía desvestirlo, tocarlo, quemarlo con su mirada, y aún mantenerlo a un brazo de distancia cuando estaba claro lo mucho que le costaba. Pero lo que Kia no sabía era que él nunca se había rendido con nada en su vida y no pensaba comenzar ahora. Tendría a su chica incluso si eso significaba que tuviera que secuestrarla para lograrlo.
Adam Chaves no era un extraño a que las chica lo quisieran. Tampoco era un extraño a romper corazones, aunque nunca intencionalmente. Lo que no entendía era cómo Kia podía desvestirlo, tocarlo, quemarlo con su mirada, y aún mantenerlo a un brazo de distancia cuando estaba claro lo mucho que le costaba. Pero lo que Kia no sabía era que él nunca se había rendido con nada en su vida y no pensaba comenzar ahora. Tendría a su chica incluso si eso significaba que tuviera que secuestrarla para lograrlo.
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