Dani Malloye odia las fiestas, y con buena razón. Aunque su mejor amiga trata de forzar el espíritu navideño en ella con Santas gigantes y duendes que se iluminan, preferiría pasar su tiempo haciendo lo que saber hacer mejor —hacer cumplir la ley paranormal en las calles de Chicago. Nada como un poco de derramamiento de sangre malvada para aligerar el humor. Además, trabajar significa que puede pasar tiempo con su sexy jefe, Cornell Sutton. Lástima que Cornell sea estirado, su nuevo vecino, y un vampiro. Todo el mundo sabe que los cazadores y los vampiros simplemente no se mezclan. ¿O sí?
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